Crecimiento personal
Considero que para que haya un crecimiento personal y conectar con nuestra mejor versión, debemos aprender a gestionar nuestros pensamientos, deshacernos de creencias limitantes y liberarnos de las emociones atrapadas que nos bloquean.
La conciencia de quien somos nos abre nuevas oportunidades. Cuando nos conocemos, cuando descubrimos como funciona nuestra mente y la química de nuestro cuerpo aprendemos a conectar con nuestro poder personal y a tomar el control de nuestra vida.
Cuando te conoces cambia tu vida.
Crecimiento espiritual
Todos en algún momento de nuestra vida tenemos que pasar por conocernos en totalidad y descubrir nuestro poder personal y divino.
Cuando nos conectamos con el amor que hay en nuestro interior, nos abrimos a la intuición, a la conexión con la sabiduría del cuerpo, a nuestro maestro interior, a la unión con nuestro Yo Superior y con la totalidad de la fuente divina.
Crecer en amor es la experiencia que todos tenemos de aprender. El crecimiento espiritual es autoconocimiento del Ser.
Propósito de vida
Todos tenemos un propósito de vida, una misión que cumplir. Uno de los propósitos fundamentales es aprender a conocerse a uno mismo y descubrir el amor que habita en nuestro interior.
Para encontrar nuestra felicidad plena debemos descubrir nuestros dones, talentos y habilidad y utilizarlos en servicio de la humanidad, así es cómo se produce el mayor gozo y la mayor expansión del alma.
El amor que sientes en tu interior te ayuda a encontrar esa misión de vida, todos somos únicos, especiales, importantes y necesarios.
Todos podemos contribuir a crear un mundo mejor, simplemente haciendo eso que se nos da bien o aquello que amamos.
Entrenamiento mental
La mente aprende por repetición. Debemos entrenar nuestra mente a tener pensamientos positivos. Si controlamos estos pensamientos tenemos el control de nuestra vida y podremos lograr aquello que nos propongamos.
Los pensamientos crean realidades. Cuando entrenamos nuestra mente podemos transformar los pensamientos inconscientes negativos en creaciones consciente positivas y posteriormente en pensamientos inconsciente positivos. Así crearemos la realidad que deseamos para nosotros, para los demás y para la humanidad.
Gestión de emociones
Somos pura emoción, tenemos emociones atrapadas en todo nuestro cuerpo y se derivan de nuestra forma de pensar y creencias.
Algunas emociones se quedaron grabadas en nuestra infancia, otras proceden de nuestros ancestros, o de la historias traumáticas vividas, algunas ni siquiera son nuestras. Pero todas ellas nos afectan y nos hacen perder el control.
Gestionar emociones, reconocerlas, honrarlas y aprender a liberarlas nos permite tomar el control de nuestra vida y mejorar nuestra química del cuerpo, nuestra salud y bienestar.
Cuidar el cuerpo
A lo largo de mi vida me he visto en la necesidad de cuidar el cuerpo, dado que mis dolores fibromiálgicos mejoraban con el ejercicio físico.
El ejercicio libera hormonas que nos permiten tener una mejor salud emocional y mental. Todo está conectado cuerpo, mente, emoción y espíritu.
Cuando equilibramos estos aspectos del Ser, la enfermedad desaparece.
Meditación – tu centro
Ese espacio de paz interior, de calma, de intuición, de serenidad se puede alcanzar a través de la meditación.
El objetivo es alcanzar este estado en el menor tiempo posible y llevarlo contigo a todas las actividades diarias, en todo lugar y momento. Eso es meditar, atravesar la barrera que te conecta con la intuición, con la sabiduría y lo mejor de ti y hacerla presente en la vida.
Aprender a reír
Podemos crecer personalmente, espiritualmente, humanamente…pero si no aprendemos a reírnos, de nada sirve.
Hay muchos momentos de la vida que una risa o sonrisa nos pude ayudar. Se liberan pensamientos dañinos, emociones intensas, nos mejora el cuerpo físico, mejora las relaciones, nos conecta con nuestro alma, con el perder la vergüenza y liberar complejos… La risa nos lleva a nuestra versión original, al niño que todos tenemos dentro.
La mente no diferencia lo que es real de lo absurdo, pero libera la química necesaria para nuestro bienestar. Yo aprendía a reírme con el Yoga de la Risa.
Amor compasivo
Esta es la gran fuerza que nos alimenta diariamente, amar con compasión a todos los seres humanos, a uno mismo, a los animales, el planeta, a Dios.
El amor compasivo es una energía de alta vibración que permite amar por el arte de amar, como respirar; que no juzga, no critica, acepta todo de todo y permite estar en conexión directa con lo más puro de cada uno.
Es más que empatizar, es una chispa divina que nos permite estar enamorado de todo y de todos.