Las 4 claves de una buena relación en pareja: respeto, cariño, confianza y amor.
La historia de las relaciones implica la madurez de aceptar y aprender a amar a la otra persona tal y como es.
- El respeto
Respetar es aceptar del otro la manera única de ser, su forma de pensar, sus ideas y sueños, aunque no estés de acuerdo.
Todo tipo de relaciones son perfectas mientras te permitan crecer personalmente y te impulsen a un avance en tu vida.
No importa lo diferentes que seamos en nuestras relaciones, lo importante, es aprender a vivir en ese respeto.
-Las personas con ideas muy diferentes tienen una convivencia muy enriquecedora, la pareja va creciendo en sus ideas individuales, existe mayor posibilidad de reinventarse como personas y de autorrealizarse. Ante situaciones de dificultad aprenden a hacerse fuertes y a experimentar la soledad como fuerza para la madurez.
-Cuando convives con una pareja con ideas similares a las tuyas, te sientes muy apoyado y es muy fácil crecer en tu camino, pues el apoyo te permite descansar, coger impulso, sostenerse en momentos de debilidad, hay un entendimiento sin hablar y todo es más fácil y cómodo.
La sabiduría de la vida pone en el camino de tus relaciones aquellas parejas que necesitas para tu crecimiento.
- Cariño
Lo que en principio en una relación es amor apasionado, se transforma en un amor sereno, llamado cariño que ayuda a mantener la llama del amor vivo.
El cariño es cuando miras al otro a los ojos y ves que hay algo especial en él, cuando observas que tiene muchas cualidades que te gustan, cuando recuerdas ese primer día en que os conocisteis con ilusión, cuando percibes que os une algo que es más fuerte que los lazos que os separan…
El cariño es la presencia del amor que vive en ti, que tendrás con esa persona para siempre y que te da motivos suficientes para seguir a su lado.
El cariño es regar y abonar de forma frecuente la semilla del amor con actos cariñosos y de empoderamiento al otro.
- La confianza
Para mantener vivo el amor en pareja es muy importante trabajar la confianza en uno mismo, en la propia pareja y en la vida, recuperando si fuera necesario, la confianza pérdida.
-La confianza en la relación en pareja comienza por confiar en ti mismo y amar, respetar y honrar lo que eres.
– La confianza en el otro abre los caminos de la libertad. Confías en él o ella, confías es su manera de actuar, en sus ideas y en sus sueños aunque sean muy diferentes a los tuyos.
– Cuando comenzamos a confiar en la vida somos capaces de transformar nuestra relación. Todo lo que vivido por duro que sea, puede ser transformado.
- El amor
Y poco a poco llega la madurez del amor en las relaciones, el AMOR con mayúsculas, un amor que no es emocional, no es un amor de necesitar al otro, es un amor libre que ama por el arte de amar, simplemente aceptando al otro y respetándose, en un espacio de libertad y cariño diario.
“Amas, cuando miras a los ojos de tu amado y le aceptas libremente.
Amas, cuando no esperas nada, pues todo lo tienes ya dentro de ti.
Amas, cuando ves más allá de lo físico y ves el alma del otro.
Amas, cuando estás completo en tu amor masculino-femenino.
Amas, cuando la conexión de las dos almas se fusiona en una única alma, manteniendo la individualidad y perfección de cada una de ellas”.
Ahí, es donde surge el éxtasis del amor, la culminación del verdadero amor que va más allá de lo humano y se confunde con la totalidad, cuando ya no sientes el cuerpo, sino que amas libremente, incondicionalmente. Cuando esta experiencia se vive en la unidad se llega a un clímax total de la relación.
De igual modo, ese AMOR se puede experimentar en la individualidad del ser que somos, en conexión con la más poderosa de todas las relaciones, la relación contigo mismo; cuando el masculino y femenino se entremezcla para formar el matrimonio sagrado. Desde ese equilibrio personal en ti, sientes el amor más puro de la conexión con la unidad y divinidad, la conexión con el TODO y el UNO, la conexión con lo más sagrado en ti, con tu divinidad. Sientes un amor tan profundo y lleno, que ni se puede expresar sólo con la palabra amor, es plenitud, es totalidad, es ligereza, es no sentir y sentir, es vacío y complexión. Es el amor de Dios dentro y fuera de ti.
Extraído del capítulo 24 del LIBRO APRENDER A AMAR (OAS)