Yolanda Ramírez Nicolás

Conocer a Oliva es uno de esos regalos que te hace el Cielo cuando sin saberlo, más lo necesitas. Yo lo recibí hace 5 años y fue entonces, es ahora y estoy segura de que seguirá siendo siempre, esa guía luminosa que con su sola presencia y todo su conocimiento y experiencia transformada en sabiduría, me acompaña en mi camino de crecimiento y evolución personal y consciencia.

He experimentado todas sus terapias y he realizado todos sus talleres y formaciones, lo cual me ha aportado sin lugar a dudas, lo que necesitaba en cada momento para mí mayor bien.

Me siento bendecida por ser mi Maestra, inspirándome toda la luz que yo veo en ella y no reconozco aún en mí, bendecida por ser compañeras en el camino y bendecida por el amor eterno que une nuestras Almas.

Soy testigo directo de su trabajo y de la evolución en sus alumnos y personas demandantes de terapia a quiénes se la recomiendo personalmente. Doy gracias al Universo por ese gran regalo recibido en formato «Oliva».

AN’ANASHA, AN’ANASHA, AN’ANASHA