¿Qué representa?
María Magdalena representa el Sagrado Femenino, la Guardiana de la tradición sagrada del culto a la Gran Diosa Madre, la encarnación de la Diosa, el despertar de la espiritualidad femenina, la comprensión del aspecto femenino de Dios. La mujer que todo lo sabe de Jesús, que nos muestra un camino de iniciación y representa el matrimonio sagrado (Hieros Gamos).
María Magdalena fue considerada la mujer de los mil rostros, pero lo más importante que aparece en los evangelios es que:
-Lideró el grupo de mujeres que seguían a Jesús, mujeres que le acompañaban siempre, eran consideradas diaconisas pues se dedicaban al servicio.
-Fue fiel a la crucifixión, permaneció hasta el final a los pies de la cruz.
-Fue testigo de la resurrección, la primera que vio a Jesús y, por lo tanto, es el Apóstol máximo y fundadora del cristianismo.
Origen
María Magdalena es una mujer judía, descendiente de la tribu de Benjamín (una de las doce tribus de Israel), culta, letrada, que respetaba la Torá (texto que contiene la Ley y el patrimonio identitario del pueblo judío).
Proviene de una familia rica de Magdala, de ahí el nombre de María de Magdala o María Magdalena, aunque también se la conoce por María de Betania. Hija de Siro sumo sacerdote de Jerusalén, que procesaba el pescado y de Eucaria de linaje real y tenía dos hermanos Lázaro y Marta.
A los 12 años María Magdalena ingreso en la universidad del conocimiento en Philae en Egipto, se formó en las escuelas de Isis, la diosa del amor y la fertilidad. Las mujeres formadas en la escuela de Isis, entre ella María la madre de Jesús, eran mujeres de conocimiento, se formaban en filosofía, sexualidad femenina, alquimia sagrada y espiritualidad y utilizaban el poder de la palabra para sanar.
Jesús y María Magdalena
El primer encuentro entre Jesús y María Magdalena tal vez fue en la sinagoga o en el aljibe de Cafarnaúm. Otros dicen que se conocían desde pequeños y estaban prometidos en matrimonio.
Jesús era un rabino descendiente de la tribu de Judá (descendiente de David), respetuoso de la Torá.
Con respecto a Jesús no tenemos noticias entre los 12 y los 30 años, se cree que fue a la Bretaña francesa y Gran Bretaña junto a José de Arimatea (hermano de su abuelo Joaquín) y se formó en diferentes técnicas de sanación con los druidas (místicos celtas), también se formó con los esenios en Qumrán (a orillas del Mar Muerto) donde estuvo San Juan Bautista. Otros dicen que estuvo en Egipto formándose.
¿Estuvieron casados?
Jesús como respetuoso de la Torá, lo normal es que estuviese casado para poder entrar en el templo y tener la bendición divina, (se creía para un judío que era castigo o maldición no estar casado y no tener descendencia). ¿Tal vez las bodas de Caná son el matrimonio sagrado entre Jesús y María Magdalena?
Lo que sí que sabemos por el evangelio de Marcos, Mateo y Juan es que María Magdalena tocó y ungió a Jesús en la cabeza con aceite de nardo, lo que indica su intimidad. En la tradición judía en los matrimonios dinásticos el esposo era ungido por su esposa, solo las esposas podían tocar al marido y ungirlo. En el siglo I una mujer no podía tocar la cabeza a no ser que fuese su marido y por los evangelios no se demuestra que los apóstoles se escandalizasen por este acto.
Por este hecho que relatan los evangelios canónicos podría haberse cumplido la profecía de Isaías: “El Mesías será ungido y convertido en Cristo (Cristo significa el ungido que proviene del griego christós)”. Este rito viene de tiempos antiguos de Egipto en los que la mujer, la sacerdotisa ungía al rey y le daba el estatus real con esta unción; de la misma manera que la unción de María Magdalena pudo haber dado el estatus del Mesías a Jesús convirtiéndolo en Cristo.
La unción es el rito que indicaba que las parejas se comprometían hasta la muerte, era la cámara nupcial, el Hieros Gamos o matrimonio sagrado. El hecho de que dos días antes de la Pascua judía María Magdalena ungió en la cabeza a Jesús, podría representar que María Magdalena además de ser su esposa estaba preparando a Jesús para esa iniciación de muerte.
También sabemos que Jesús instruyó a María Magdalena y pasaron un tiempo en el desierto y se constituyeron como matrimonio místico predicando juntos en unión sagrada y practicando la energía Ka.
En el evangelio apócrifo (ocultos o secretos) de Felipe, se dice que María Magdalena es la compañera del Salvador, que el Salvador la amaba más que a otros discípulos y la besaba en la boca con frecuencia.
Los manuscritos de Nag Hammadi, son una colección de 13 papiros, guardados cuidadosamente en jarras de cerámica, que fueron encontrados en 1945, a unos 100 km de Luxor, en el alto Egipto., que contienen el evangelio de Tomás, el evangelio de Felipe, evangelio apócrifo de Juan, oración de Pablo entre otros. Fueron escritos en lenguaje copto entre el S. III y IV y traducidos.
María Magdalena según los evangelios fue la primera en ver a Jesús después de muerto cuando ella iba a ungir el cuerpo de su amado. Solo la familia muy cercana podía hacer esto. Así, que parece muy lógico pensar que Jesús y María Magdalena estuviesen casados, era lo normal en la tradición judía y de hecho todos los apóstoles lo estaban y también los clérigos hasta 1139.
La preocupación con el celibato empezó a cobrar fuerza a partir del siglo XI. Papas como León IX y Gregorio VII temían por la «degradación moral» del clero. De modo que el celibato acabaría instituido en los dos concilios de Letrán, el primero, en 1123, el segundo en 1339.
Después de la crucifixión
Después de la crucifixión y la ascensión de Jesús a los cielos, María Magdalena busca un lugar para refugiarse y se cree que fue a Egipto ¿Tal vez para dar a luz a su hija Sara, (Sara la Kali, Sara la negra)?
7- 9 años después, llegó al sur de Francia, a Saintes Maries de la Mer (año 42 d. C.), cerca de Marsella, junto a José de Arimatea, Lázaro, Marta, su hija Sara, María Jacobea, María Salomé y alguno de los discípulos de Cristo. Allí fue bien recibida por los druidas celtas con los que José de Arimatea tenía muy buenos contactos. María Magdalena se movió por lo que hoy conocemos como el País Cátaro, evangelizando y llevando la palabra de Jesús, durante unos 25 años aproximadamente hasta su muerte.
María Magdalena murió en el año 64 d. C. en Saint Baumé y parte de sus los restos reposan en la iglesia de Sainte Maximin en el sur de Francia.
Hasta el S. IV María Magdalena fue ampliamente venerada, en el año 597 Gregorio Magno (Papa Gregorio I) unió a María Magdalena con la pecadora y la iglesia la transformó en prostituta.
Sin embargo, la veneración a María Magdalena en el sur de Francia siguió manteniéndose muy fuerte, muy viva hasta nuestros días.
En 1969 la reconoce la iglesia como Santa.
En el 2016 el Papa Francisco eleva la memoria de María Magdalena a la celebración del 22 de julio, en la que se lee el Cantar de los Cantares.
El Cantar de los Cantares es el texto más erótico de la Biblia, 117 versículos que hablan de amor, que representa para la iglesia el simbolismo del amor de Dios por el pueblo, pero en realidad se cree que cuenta la historia de amor entre Jesús y María Magdalena como dijo San Bernardo de Claraval, monje cisterciense francés, en el S. I. Este texto era reconocido por la Torá.
Lectura del libro del Cantar de los Cantares
Can 3, 1-4b
Esto dice la esposa:
“En mi lecho, por las noches,
a mi amado yo buscaba.
Lo busqué, pero fue en vano.
Me levantaré. Por las plazas
y barrios de la ciudad
buscaré al amor de mi alma.
Lo busqué, pero fue en vano.
Y me encontraron los guardias
de la ciudad, y les dije:
‘¿Qué no vieron a aquel que ama
mi alma?’ Y apenas se fueron,
encontré al amor de mi alma”.
El legado de amor
Ella nos dejó un legado de amor: Enseñaba la palabra de Cristo, bautizaba, ofrecía la paz, vivía en contacto con la naturaleza, se conectaba en su interior para orar con el Padre en medio de la montaña, como lo hacía Jesús en sus meditaciones.
Fue la más leal discípula de las enseñanzas del Rabí, su compañera, su complemento divino, su amada y confidente. La Custodia de su mensaje original, el cual difundió y evangelizó en el sur de Francia a lo largo de todo su hermoso ministerio.
En el evangelio apócrifo de María Magdalena (se conservan 3 fragmentos, 2 en griego y 1 en copto, hallados en 1986 y publicados respectivamente en 1938, 1983 y 1955), nos habla de:
-Del NOUS, de la chispa divina, del Yo Verdadero, que todos somos recipientes del espíritu.
-Anima a sus discípulos a salir a predicar sus enseñanzas por el mundo.
-Y cuenta las enseñanzas más secretas de Jesús.
Sin duda, María Magdalena es el primer Apóstol de Jesucristo, evangelizadora de la palabra de Cristo, la Apóstol de los Apóstoles, además de ser su gran amada esposa.
El linaje de María Magdalena y Jesucristo: Los Desposyni
De la unión sagrada entre Jesús y María Magdalena cuenta la tradición oral que tuvieron una descendencia.
Los familiares consanguíneos de Jesús y María Magdalena se llaman los Desposyni y se cree que fueron Joshua David (que fundó el primer cristianismo en el Reino Unido – Glastonbury), Juan José (se instaló en Italia – Florencia, los Médici) y Sara Tomar (que vivió en el sur Francia).
José de Arimatea construyó la famosa capilla de Glastonbury, en Inglaterra, como monumento a la reina mesiánica María Magdalena; fue la primera Iglesia Cristiana en el mundo.
Los desposyni se identificaban con la Flor de Lis, flor de los tres pétalos que representaba al número de descendientes o herederos de Cristo.
Su hija menor, Sara, se cree que vivió con María Magdalena hasta que falleció en el sur de Francia. La tradición dice que fue el propio Jesús que estando en la cruz le dice a María Magdalena, que estaba embarazada, que tendría una hija mujer y que le pondría de nombre Sara que significa “princesa” en hebreo. En el sur de Francia se celebra fuertemente a Sara donde tiene una iglesia preciosa en Saint Marie de la Mer, en el pueblo de las Santas Marías del Mar, en referencia a María Jacobea, María Salomé y María Magdalena.
Sara la Kali se inició con los druidas en Gales y al parecer se casó a los 12 años con un rey Merovingio. De esta unión nace un linaje que, según diversos autores, continúa con los Merovingios. Los primeros 39 reyes francos, fundadores de París, fueron Merovingios. Clodoveo I uno de los reyes se creía descendiente de la tribu de Benjamín a la que pertenecía María Magdalena, sanadores, hechiceros, clarividentes y también se consideraban descendientes del linaje sagrado de Sara, ellos se proclamaban reyes pescadores, consanguíneos de Jesús.
A partir de ahí la flor de lis y el lirio se asoció a María Magdalena, cada pétalo representaba un hijo y pasó a ser el emblema de la realeza francesa con los Merovingios. En el año 318 d. C. el último Desposyni le dice al Papa que lo reconozcan como herederos de Jesús. Al parecer toda la descendencia de los Merovingios está en el tarot representando como un camino de vida.
El linaje sigue con los templarios y llega hasta la actualidad a través de las familias Plantard, Saint Clair y Toulouse, entre otras.
Todo ello da origen al Santo Grial, el San Grial o “sangre real”, que es la descendencia de la casa de David.
El que quiera ver que vea y el que tenga oídos que oiga.
Viaja conmigo al Sur de Francia. +34 670388046